Sépanlo: Nous sommes tous en risque. Una vez pasada la rabia por haber sido demorado por un policía con cara de malo apenas salido del avión con el fin de indagarme minuciosamente, comprendí que así como me separaron a mí, un triste e inofensivo professeur de littérature en vacances ("Ah, professeur de littérature", repitió burlonamente el muy forrrrro), seguramente dejaban pasar sin molestarlo a algún tirabombas internacional. Si así es como van a cuidar la seguridad, estamos fritos, macho. No sé cuál será su estúpido criterio, si la portación de cara (la mía es, muy a mi pesar, un significante vacío, o dicho de otro modo: una cara de nada) o está todo librado a los alambicados razonamientos del flic de turno o a su sagaz intuición (ejem...). Estos imbéciles pensarán que van a parar a los amantes de los estragos masivos poniendo cara de malos. Y ya lo decía Bioy: la maldad no es más que una de las formas de la estupidez.
En cuanto al flic, que se haga culear por un perro muerto.
He dicho.
Update (porque me quedé calentito): Mi terapia es recordar pasajes de La guerra de las Galias, Julio César contando como se los culeó acá, como se los garchó de parado allá, etc. etc. Alguna ventaja tiene que tener haber leído los clásicos de Gredos. Es como mi venganza interna. Hoy, cuando pasé frente la estatua de Julio en las Tuileries, le hice una callada reverencia llena de gratitud retrospectiva. Grande Julito, le rompiste bien el orto al tatararecontraabuelo de ese fascista sorete.
domingo, diciembre 21, 2008
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