martes, noviembre 28, 2006

Mother...

Mi madre casi se suma a la marcha del orgullo gay. La confundió con una manifestación de cooperativas agrícolas. "Por las banderas de todos colores" -me dijo- "son igualitas".

viernes, noviembre 24, 2006

Piazza Cavour, what's my life for?

¿Por qué no puedo parar de cantar esto?

"Pasolini is me
'Accattone' you'll be
I entered nothing and nothing entered me
'Til you came with the key
And you did your best but

As I live and breathe
You have killed me
You have killed me
Yes I walk around somehow
But you have killed me
You have killed me

Piazza Cavour, what's my life for?

Visconti is me
Magnani you'll never be
I entered nothing and nothing entered me
'Til you came with the key
And you did your best but

As I live and breathe
You have killed me
You have killed me
Yes, I walk around somehow
But you have killed me
You have killed me

Who am I that I come to be here?..

As I live and breathe
You have killed me
You have killed me
Yes I walk around somehow
But you have killed me
You have killed me

And there is no point saying this again
There is no point saying this again
But I forgive you, I forgive you
Always I do forgive you"

MORRISSEY - YOU HAVE KILLED ME (RINGLEADER OF THE TORMENTORS)


(Gracias Trompo)

martes, noviembre 21, 2006

Farfala de hielo

Fue en una ciudad costera de Brasil en la que supo vivir uno de mis poetas argentinos favoritos. Yo llevaba más de un año queriendo morir y haciendo casi todo lo posible para lograrlo. Magdalena me había rescatado con su propuesta de mar y caipirinha. Nos alojábamos en una pousada frente al mar y lejos del centro. Yo sólo bebía, fumaba, leía y dormía. Una tarde decidimos ir al centro a comprar Jack Daniels. Con la botella en la mochila nos tiramos en la arena y pedimos unas caipirinhas. Yo sugerí que guardáramos los vasitos de plástico para poder hacer hielo en el mini-bar de la habitación. A la tarde, ya picados, emprendimos el largo camino de regreso por la playa. A la mitad del recorrido yo advertí que nos habíamos olvidado los vasitos y le pedí a Magdalena que nos pusiéramos a buscar algún recipiente abandonado. Y así andábamos, como dos borrachos que hubieran perdido una llave, batiendo la playa metro a metro, cuando Magdalena la vio asomada entre la arena. “¿Esto puede servir?” me preguntó, mientras sostenía frente a mis ojos un moldecito azul con forma de mariposa. Era uno de esos moldecitos de plástico que usan los chicos para hacer formas con la arena mojada. Una mariposa. Una mariposa azul. “Claro que puede servir” dije yo. En cuanto llegamos al hotel llené el moldecito de agua y lo puse en el congelador del mini-bar. Nos duchamos y pedimos la cena en la habitación. Para cuando habíamos terminado de cenar el hielo ya estaba hecho. Abrimos la botella, pusimos una alita en cada vaso, escanciamos el whiskey y nos sentamos en el balcón a ver el mar.

Todavía tengo aquel molde y, cada tanto, le pongo al Jack Daniels una mariposa de hielo.

miércoles, noviembre 15, 2006

Vicious

No es justo que me llamen vicioso. Es solo que habiendo percibido desde pequeño un mezquino menú de opciones -mediocridad o decadencia-, yo elegí sistemáticamente la segunda.

martes, noviembre 14, 2006

Te lo digo...

No hay nada más relajado que estar rodeado de cosas que no me interesan. Eso es lo bueno de ir a algunas ferias o exposiciones.
(Lo malo es que todavía me interesan demasiadas cosas)

jueves, noviembre 09, 2006

No tienes más que hacer que ser hermosa

Es cierto que toda mi ropa está llena de pelos.
Es verdad que funciona como el más arbitrario de los despertadores.
Reconozco que su cola se bate como un limpiaparabrisas sobre la pantalla cada vez que quiero ver la tele.
Acepto sin chistar que pasa horas durmiendo en las posiciones más inverosímiles.
No niego su afición a mordisquear los bordes de los libros.
No pretendo, finalmente, que es el bicho más listo del globo.

Pero es preciosa, y eso es todo lo que importa.

miércoles, noviembre 08, 2006

Them

No es un reflejo de sumisión. Tampoco sé si es del todo deliberado, pero cuando la desgracia quiere (y quiere muy seguido) que me toque tratar con una persona desagradable y antipática, yo tiendo a impostar levemente mi ya de por sí buen natural (modestamente) y a apelar a toda mi delicadeza, mi paciencia y mi buena educación. Es como si quisiera hacer un experimento, ver si tensando la distancia entre mi buen modo y la grosería ajena el contraste genera algún efecto moral en mi interlocutor. El resultado es invariable: ellos no disminuyen ni aumentan su nivel de maltrato. La conclusión es que sencillamente no registran al otro. Yo pienso mucho en estas cosas. Y aventuro una especulación: independientemente de su calidad moral, las personas antipáticas son menos inteligentes y su relación con la palabra permanece ajena a la menor posibilidad lúdica. Y te digo más: detrás de su fachada amarga esconden una enorme dosis de estupidez.

viernes, noviembre 03, 2006

Children of the damned

Qué grata sorpresa estar a punto de ver una película cualquiera en la tele, cambiar de canal y encontrar que está por empezar esta: