jueves, noviembre 09, 2006

No tienes más que hacer que ser hermosa

Es cierto que toda mi ropa está llena de pelos.
Es verdad que funciona como el más arbitrario de los despertadores.
Reconozco que su cola se bate como un limpiaparabrisas sobre la pantalla cada vez que quiero ver la tele.
Acepto sin chistar que pasa horas durmiendo en las posiciones más inverosímiles.
No niego su afición a mordisquear los bordes de los libros.
No pretendo, finalmente, que es el bicho más listo del globo.

Pero es preciosa, y eso es todo lo que importa.

9 comentarios:

mer dijo...

Aaaaaaaaaaaaaayyyy
Me muero
Qué belleza
Lo felicito, Almirante. Le espera un nuevo mundo de felicidad.

Anónimo dijo...

Es cierto que toda mi cama está llena de pelos.
Es verdad que funciona como el más hermoso despertador de los sentimientos que dormian en mi.
Reconozco que su cola se bate como un limpiaparabrisas sobre mi cara cada vez que quiero ver la tele.
Acepto sin chistar que pasa horas durmiendo en las posiciones más inverosímiles.
No niego su afición a mordisquear mis lobulos por las mañanas.
No pretendo, finalmente, que es el bicho más listo del globo.

Pero es preciosa, y eso es todo lo que importa.
Lástima no tener una foto de mi mujer. Pero la amo

Cristibel dijo...

Yo quiero un gato... buuuu.... Ya he esperado 28 años para tener uno. Cuánto más tendré que esperar?

Anónimo dijo...

Hermosa.

Anónimo dijo...

Si faltaba algo para terminar de enamorarme de usted, era este post.

Ay de mi...

Anónimo dijo...

somos dos, dama del lago. dele almirante, cásese con nosotras...

Niño Barroco dijo...

No hay como los felinos.
Sólo aquel que tiene uno (o dos, como en mi caso) sabe de ese placer reservado.
Uno de los míos tiene la costumbre de subirse a mi regazo cada vez que me siento a escribir.

Almirante Margarito dijo...

Mer: ya llevamos un año, y sí, tiene razón.

Androcles: jaaaaaaaa, cómo está últimamente!

Cristibel: Yo he esperado más por un perro.

Lala: gracias.

Dama del lago y Lucía: ¡Qué generosidad! Son muy amables, me encantaría decir que soy una fruta prohibida, pero creo que a esta altura soy más un león herbívoro.

Niño: y sí, son especiales, no hay duda.

Ruth dijo...

Eh, ustedes dos, no cacareen tanto, que el Almirante es mío! Fush, fush!
Precioso gato, uno es capaz de soportarles cualquier capricho.