miércoles, mayo 26, 2010

Lo abierto

Hay que estar siempre afuera, "sans regretter l'oeil niais des falots". Es eso. Es eso.
En otras palabras: "il porto è la furia del mare". Porque encima, convengamos, adentro lo que hay es un monumental coro de boludos. Y no se callan nunca los hijos de una gran puta.

miércoles, mayo 19, 2010

Consideraciones de estética musical (O ¡Agarrate, Adorno!)

Gracias a Petite fille volví a tocar la guitarra. Le canto canciones obvias como Kooks, Daddy's little girl, Duerme negrito, Leonzinho y otras no tanto, pero que igual parecen gustarle. Mi legítima esposa, deseosa de contar también con ese valiosísimo truco, me pidió un par de lecciones. Como siempre sucede con los que agarran una guitarra por primera vez y ensayan las primeras posturas, las cuerdas le parecieron duras. Frente a esta dificultad su primera pregunta fue "¿Y no hay guantecitos??". Decepcionada por mi respuesta negativa a una lógica tan evidente, cambió el enfoque: "¿Y no hay correítas más blandas?". La rigurosidad de maestro me obligó a responderle, no sin pena: "Son cuerdas, mi amor, no correítas". Finalmente, y con apenas una clase -lo que demuestra la potencia de su intelecto-, mi legítima esposa desarrolló una teoría respecto del origen de ciertos géneros musicales. Según ella el surgimiento del Heavy metal tiene su origen en el dolor de las yemas de los dedos de los guitarristas, lo que los hace estar tan, pero tan enojados, que solo una estética violenta puede dar cuenta de tan tremenda incomodidad. Es para pensarlo...

martes, mayo 18, 2010

Preocupación

Y entonces ella acaricia el tierno marulito de petite fille, me mira y dice: "Si sale con mi maldad y tu paciencia estamos fritos".

lunes, mayo 10, 2010

De Cecco...

El sábado a la mañana fuimos a Valenti a comprar los víveres que el invierno que se acerca y los guisos que habrán de combatir sus furores requieren. Cuando estaba pagando, le pregunté a la encargada del local si la flamante medida de cerrar las importaciones de alimentos los iba a afectar de alguna manera. Su respuesta fue: "Por ahora no tenemos ninguna notificación. Lo que sí te puedo decir es que la gente se lanzó a comprar por las dudas. Ayer, por ejemplo, vendimos sesenta botellas de litro de aceite de oliva De Cecco." Yo, ingenuo de mí, creí que esa cantidad se correspondía a un número similar de ventas, pero no, se las llevó todas la misma persona. Siete luquitas en aceite de oliva en un día. Nada mal ¿No? La encargada me dijo el nombre, pero yo no voy a ser tan indiscreto. Sólo diré que fue cierto ex-motonauta con algún parecido a René Laban...

Y ya es la segunda que me hacés, cacho... En fin, echemos un manto de piedad...