Una vez cada tanto me dan esperanzas y mi película de vampiros se convierte en Turandot. Entonces te canto "all'alba vincerò" y se van todos a la reputísima. Todavía no cayó la última hoja, pero los días van a empezar a alargarse. Solsticio de invierno y de profundis clamavi ad te, Domine. Hoy toqué la guitarra por primera vez en meses (una de Leonard, una que sabemos todos). Hoy fumé por primera vez en semanas. Si hay algo que hago bien es entristecerme. Puedo pulir la tristeza como un lente y ver el futuro. Invierno primavera invierno. Mientras tanto leo un lindísimo libro sobre el imperio sasánida que se llama La primavera di Cosroe, que era un tapiz enorme que había mandado hacer Cosroe para recordar la primavera en medio del invierno. Nota al pie: Los escritores italianos contemporáneos son tremendamente desparejos, yo no sé si por exceso de entusiasmo o por presión de sus compromisos editoriales, pero de Citati me viene gustando todo (sólo una cosa, Pietro, se me hace difícil imaginarme a los sasánidas comiendo papas, que es un producto americano, pero bueno, ya nos damos cuenta que los intelectuales de campo mucho no saben).
Por estos días estoy como el protagonista de Lejos de Veracruz: los voy a engañar a todos.
sábado, junio 21, 2008
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