jueves, junio 05, 2008

Convivio

Este mes tengo que lograr que cada día un amigo me invite a comer. Claro que no tengo tantos amigos como días tiene junio, y para colmo la mayoría de ellos son tan insolventes como yo. De cualquier modo, no es muy polite eso de hacerse invitar. Mejor voy a actuar como Catulo en el poema XIII, que tanto le gustaba a un amigo que perdí (si sigo así no llego a cubrir ni una semana):

Cenarás bien, mi querido Fabulo,
en mi casa dentro de pocos días (si los dioses te son propicios),
si traes contigo una cena buena y abundante,
y no faltan una deslumbrante muchacha y vino y sal y toda clase de carcajadas.
Si, como te digo, te traes eso, guapo mío, cenarás bien,
pues la despensa de tu Catulo está llena de arañas.
Eso sí: en respuesta, recibirás puro cariño o algo más delicado y elegante:
pues te daré un perfume que regalaron a mi niña las Venus y los Cupidos
y que, en cuanto lo huelas,
rogarás a los dioses, Fabulo,
que te hagan todo entero nariz.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

en fin
taz

ele de lauk dijo...

Me encantaría invitarte a comer , ANóNIMAMENTE , sólo vos con quien elijas como companía , just for the sake of it . Un vale de gracia , graciosamente regalado . No deberíamos tratar de hacerlo todos ? Cumplir los deseos de los otros sin esperar nada pero nada a cambio ?
Cátulo no es mi modelo , pero es tan seductor...

Almirante Margarito dijo...

Oh, muchas gracias, ele de lauk, ¡Qué bien, alguien que entiende las indirectas!