domingo, noviembre 23, 2008

Que haya 500

Por estos días tengo, con una frecuencia de olas, la sensación de que el silencio va a tragarme de un bocado. Entonces me voy a la plaza de las bolas de la Fiat cinquecento a fumar, conciente de que ver al mundo discurrir va a forzar el estallido silencioso en pleno pecho. Para esas cosas soy valiente. Cuando quiero prevenirme llevo un libro. Pero no si se arrima la hora grave. Y la hora grave en Palermo es digna de toda la atención. Hay que tener los ojos bien abiertos y ver el cielo. La salvación puede llegar en el último momento. En cualquier caso siempre tengo el single malt en casa, esperando sobre el banco de trabajo, como la red espera al trapecista que cae.

Por lo general tengo éxito en esto de "ocultar la desesperada distancia que me separa de la gente". Hoy, por ejemplo, me regalaron un globo. Era de la Fiat cinquecento.

Sonreí y todo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

...a masterpiece of aloofness

Almirante Margarito dijo...

Linda palabra.

Anónimo dijo...

If you could give more detailed information on some, I think it is even more perfect, and I need to obtain more information!
Personalized Signature:金陵热线棋牌游戏中心,名城苏州游戏中心,云南信息港游戏,彭城视窗棋牌游戏中心,江苏互联星空棋牌游戏中心,广西休闲游戏中心,安徽棋牌游戏中心