Cierta vez el apuesto Alcibíades le propuso a Sócrates pagarle con favores sexuales la enseñanza de su sabiduría.
A mí, en cambio, ciertos jóvenes que conocen mis preferencias pero que sobreestiman fervorosamente mis cualidades, me ofrecen pagar mis "clases" con whisky.
De más está decir que no pretendo compararme con Sócrates, pero me sentiría muy halagado si las autoridades me prohibieran enseñar (la cicuta sería demasiado) por corromper la moral de la juventud. Pero las autoridades son negligentes, la juventud ya está corrompida y yo tengo que buscar excusas para decir que no.
jueves, septiembre 17, 2009
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3 comentarios:
jaja!
"I can resist everything but temptation"
Yo quiero pagar una clase de esas en Glenlivet.
que cabron!
oye, sabes que me has cogido el nombre para el blog? con lo que me cuesta encontrar un buen nombre!
por lo menos tu lo actualizas...
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