lunes, noviembre 29, 2004

Y sin embargo...

Una vez transcribí este Haiku de Basho en un pizarrón del patio:

Últimos días de primavera
Los pájaros gritan
Lágrimas en los ojos del pez.

Durante el recreo, una adolescente muy bonita y muy mala estudiante, después de leerlo y fruncir el ceño, me preguntó qué quería decir, especialmente eso de “lágrimas en los ojos del pez”. Le dije que no sabía, que lo pensara y me dijera si había llegado a alguna conclusión al recreo siguiente. Sinceramente, pensé que ella lo olvidaría, distraída en otras cosas, y sin embargo, cuando sonó la campana (sí, había una campana de verdad) y salió de su aula, se acercó y me dijo, menos asertiva que inquisitivamente: “El mar...?”

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