martes, julio 25, 2006

Das Unheimlich







Estos puttini de terracota esmaltada fueron realizados por Andrea della Robbia (Firenze 1435 – 1528) y decoran el pórtico del Ospedale degli Innocenti, creado en 1419 en Firenze para albergar y educar chicos huérfanos o abandonados. Hasta 1875 existía una rueda sobre la que las madres exponían a los bebés rechazados o que no podían criar.

Miralos bien. Puede ser que se te aparezcan en sueños.

17 comentarios:

Fran dijo...

con todo el respeto del mundo, pero me dieron miedito :S

Satamarina dijo...

ál último parece que lo momificaron en vida, pobrecito.

saludos

Jack Celliers dijo...

¿Vio? Hay lugares en los que la ironía no se siente demasiado cómoda.

Quizás el último post que Ud. visitó en mi blog tenga más que ver con éste que con Riquelme, pero son opiniones que se me ocurren, nomás.

Almirante Margarito dijo...

Fran: es la idea.

Marina: Es que antes era así: se usaba el sistema "amatambrado".

Jack: Eso es sin dudas cierto. Es un tema al que le he dedicado bastante tiempo. Kierkegaard escribió su tesis sobre la ironía en Sócrates, si no recuerdo mal. Y Rilke desaconseja fervorosamente la ironía en sus famosas cartas, por razones semejantes a las que hemos conversado. La ironía no está "à l'aise" en todos lados. Pero para seguir con Rilke (ese poeta que sólo podía escribir si estaba en un castillo, como dijo alguien una vez, con cierta saña), tampoco nosotros (yo, al menos) nos sentimos cómodos en "el mundo explicado".
Ahora parece que todos son cínicos, hasta una maestra jardinera, pero eso no es más que una pátina de la época. Supongo que hay que saber escuchar lo que está latiendo detrás, si es que algo late.
De todas maneras, la intención de este post no era la denuncia de la injusticia sino la expresión de un cierto extrañamiento a partir de las imágenes. Espero no haberlo decepcionado.

Jack Celliers dijo...

Sí, es cierto, la ironía (como cualquier forma de expresión) vale por lo que "late detrás". En sí mismo un estilo no es nada, pero la gente vulgar (ah... nos ponemos aristocratizantes, je) se precipita sobre el estilo desaforadamente: hoy sobre éste, mañana sobre aquel...

Que no era esa la intención lo sabía y no me decepciona. Más bien al revés: que esa no sea su intención lo vincula con la injusticia más estrechamente.

Salute!

Anónimo dijo...

No creo que ser vulgar tenga nada de malo. Aparte de ser un término que se relativiza fácilmente a través de la comparación, está acuñado por la burguesía de épocas pasadas. El vulgo o pueblo llano que no gozaba de ningún privilegio social, y que al mismo tiempo era extremadamente importante como estamento. Resulta irónico que la gente de a pie quiera desprenderse de dicha categoría, que ésta se identifique tan solo con la ignorancia o la brutalidad... A fin de cuentas, intelectuales como el poeta social G.Celaya llegaron a decir: "Soy vulgar, que no es poco".

Almirante Margarito dijo...

Jack: Yo en cambio tiendo a pensar que el estilo lo es todo. Pero en fin... mi opinión no vale porque estoy fuertemente ligado a las más miserables maldades de la humanidad. Soy un sujeto despreciable. Por favor, póngame en su lista de reos a fusilar por amor a la humanidad. Prometo no resistirme.

Colorprimario: Me encantó lo de Celaya.

Cristibel dijo...

Me sorprende el ultimo: envuelto hasta el pecho. Me hizo recordar los hospitales psiquiatricos.

Jack Celliers dijo...

La única forma de que el estilo lo sea todo es que no sea nada. Cuando digo que el estilo no es nada no lo estoy menospreciando sino señalando que se trata de algo más bien frágil, que soporta mal los entusiasmos pertinaces de quienes lo agarran del cogote y se reclaman insistentemente de él.

Así el estilo deja de ser estilo y se transforma en contenido, banderita, pose en el peor de los sentidos.

Esa pose es la que no permite resistir la tentación de repetir el gastadísimo clichecito posmo: yo-soy-el-irónico-descreído-cinicoide-esteticista-pero-que-al-menos-no-hace-daño-a-nadie vs tú-fanático-idealista-furibundo-que-dice-amar-a-la-humanidad-pero-matas-gente-y-no-entiendes-nada-de-estética. Recursillo facilón que me da sueño.

Lamento desilusionarlo: en la lista de fusilables Ud. no figura ni anotado en el márgen con lápiz. Tendrá que buscarse otros bárbaros que le permitan hacer ese papel que tan caro le resulta. Sé lo mucho que vale para Ud. Margarito, lo siento de veras.

El Trompo Promiscuo dijo...

¿Queres niños envueltos? están riquísimos...

Almirante Margarito dijo...

Bueno, Jack, no se amargue, cada uno se duerme con lo que mejor le parece, unos al rumor de la ironía, otros al calor de los disparos. A mí me encantan las armas, pero encuentro un poco frívolo hablar de matar, por eso me permito hacer bromas, es más elegante. Yo sé que ud. no lo va a creer, pero una vez me dispararon por elegante. Me gusta creer que eso me da cierta autoridad. Sí, sí, ya sé que es una ilusión, que esa no es la realidad. Y bueno, "lo lamento por la realidad", como dijo un amigo suyo.

Jack Celliers dijo...
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Jack Celliers dijo...

Leo y releo, no puedo ver dónde he puesto yo que haya que matar a nadie. Si no leo mal fue Ud. que se ofreció a que lo fusile, y me negué.

¿Se ofendió por eso? ¿Quiere que le dispare para sentirse elegante? ¿No tiene otra forma? Digo, no sé... menos drástica.

"Me dispararon por elegante" es un comentario de una discreción y un buen gusto difíciles de empardar ¿Lo puedo tomar prestado?

Caudor dijo...

Yo aconsejaría la ironía.
Pienso rápidamente en Sócrates, Voltaire, Wilde, Nietzsche y Borges y se me ocurre que la ironía puede ser inteligente, elegante y divertida. (Yo incluso sentí la belleza de algunas ironías.)
Como la metáfora, la metonimia o la hipálage; la ironía tiene truncos y espléndidos ejemplos. Y en el peor de los casos, es mejor que el tosco insulto.

Pd: ¡Caramba! ¡Otra vez a destiempo! No logro alcanzar a comentar el último post.

Almirante Margarito dijo...

Puede, Jack, claro que puede. Aunque no le deseo la experiencia. Igual, ud. ya sabe, yo me permito bromear hasta con mi asesino.

Jack Celliers dijo...

Margarito, ya sé, ya sé, ya sé que Ud. es MUY, pero MUY elegante y que se ríe de la vida y de la muerte aunque esté misteriosamente aburridísimo.

Pero quedó claro, hombre, ya lo sabemos, lo único que le estoy diciendo es que me parece se toma su papel demasiado en serio, pero está bien, quédese tranqui que no me lo olvido: Margarito es un tipo re cool, me lo anoté. No insista, por favor, que no hace falta!

Dígalo una vez nomás, el que no lo entienda no lo va a entender por más que lo repita.

Almirante Margarito dijo...

¿Puede parar de enojarse, por favor?