viernes, julio 21, 2006

What more can one want?

El entrañable irlandés con un cigarrillo en la mano.


La tumba más besada.


Ayer hablé con alguien que me dijo que no le gustaba Oscar Wilde. No recuerdo si era hombre o mujer (creo que era mujer). Hoy veo que mi post anterior generó una discusión sobre el cigarrillo que me hizo recordar una cosa: Una vez, frente a la tumba de Oscar Wilde, llena de besos, me acordé de una frase suya que decía que “A cigarette is the perfect type of a perfect pleasure. It is exquisite, and it leaves one unsatisfied. What more can one want?”. Entonces me olvidé por un momento de mis pudores escépticos y le dejé un cigarrillo. Fue la única vez que hice algo así en mi vida.

7 comentarios:

Paula dijo...

Ahora entiendo por qué dejé de fumar.

Ja.

Satamarina dijo...

ahora entiendo porqué sigo y sigo fumando

saludos

Cristibel dijo...

Qué buen detalle. Al menos lo habrás hecho sonreír... con ironía.

Tricula dijo...

Lo más cómico de esa tumba, como recordarás, es que está llena de besos de mujeres... y el hombre, bueno, ya todos sabemos.

Jack Celliers dijo...
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Jack Celliers dijo...

¿Quien sabe si son besos de mujeres? Aunque francamenete, yo pienso que sí, y que hay una extraña y melodiosa lógica en eso.

Recuerdo el comentario de una mujer que hablaba con él y su fascinación la llevó a decir deliciosamente que "Si me hubieran clavado un cuchillo en ese momento no lo hubiera sentido". Es cierto que prefería a los tipos, pero a ver quién logra semejante declaración de una mina...

Borges decía genialmente que el gran peligro de Wilde es que al no poder imaginarnos un Universo sin él, se corre el riesgo de perder el asombro. Wilde es uno de esos amigos que uno lamenta no haber conocido jamás.

Anónimo dijo...

Definir es limitar.