viernes, octubre 09, 2009

Y... sí...

La Fiorino está parada a la derecha apenas pasando la bocacalle. El chofer vacila, parece que va a arrancar, pero no, se mueve apenas y se detiene. Yo le advierto a mi legítima esposa: Vas a ver que cuando lo esté pasando el tipo va a arrancar y se va a abrir para este lado. Dicho y hecho: en el momento en el que paso a su lado el tipo, que jamás miró por el espejo retrovisor, arranca hacia la izquierda (Ciertamente sin poner el guiño, así como no tenía puesta la baliza mientras estaba detenido). Toco el freno -que ya tenía bajo mi pie de antemano- y dejo que se aleje.
-¿Viste?¿Qué te dije? Le susurro a mi legítima esposa.
Media cuadra más tarde la escucho murmurar casi como para sí misma: "Es un horror que nos hayamos acostumbrado a tanta estupidez".

3 comentarios:

Adriana Rearte dijo...

Ja. Pregunta: además de tocar el freno, ¿tocó la bocina??? Yo voy por las calles haciendo justicia bocinal. Mis focos preferidos son los ciclistas que vienen a contramano y los conductores que abren la puerta para salir de sus respectivos vehículos en el preciso momento en que uno está circulando por el lugar..

Protervo dijo...

manejar es el top ganapán.

Madame Lulu dijo...

si uno no se acostumbra se amarga cada vez que la estupidez aparece.