Es como si se hubiera tendido un velo entre la poesía y yo. La siento moverse ahí detrás y me llega un aletazo de Trakl (¡Oh, querido! Con un ala a mí y con la otra a Manantial tu "De profundis" nos dio en el aire de la Pachamama el viernes a la noche, mientras sonaba una orquesta).
Es el latido insistente de los versos detrás de estas paredes esbeltas ("Si vieras hasta qué hora son cuatro estas paredes" escribió el César de acá). Mientras aquella luz también se apaga en mi boca, me envuelve una nube de polvo meridional con la constatación del César de allá: "Delle cose che bruciano non rimane che il sole".
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3 comentarios:
Almirante:
Qué lindo recuerdo me trajo con la alusión a la Pachamama...El recuerdo de lo ritos, el rito de pasaje, la alusión, la desilusión y todo lo demás...
Bueno, yo en este caso me refería al "so-called" centro cultural. Pero vale. Vale.
Ah....Bueh, si vos decis que igual vale, vale...
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