miércoles, agosto 31, 2005
Ese es mi pollo (Nos temen, y hacen bien)
TIJUANA (Notimex).- El campeón welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), Tony Margarito, está en espera del rival que sustituirá al estadunidense Floyd Mayweather Jr. el 12 de noviembre, fecha prevista para exponer su título en Las Vegas, Nevada.
El monarca tijuanense, señaló en entrevista que esta fecha fue asignada inicialmente para enfrentar a Mayweather Jr., campeón welter ligero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), ante quien expondría el cetro que ostenta, pero que finalmente éste desistió del combate.
Me gustó eso de "monarca tijuanense". A este pibe hay que seguirlo.
lunes, agosto 29, 2005
Inadecuación mínima y definitiva II
La tabla de mi banco de carpintero que tengo que cortar tiene un espesor de 6,5 centímetros. La escuadradora de la maderera más cercana corta hasta un espesor de 6 centímetros. Así arrancó el lunes. Y qué ganas de decir de nuevo con Michaux: por ese poquito que no me das es que yo aspiro a tanto, a tantas cosas, casi al infinito. ¡Qué vida miserable!
miércoles, agosto 24, 2005
lunes, agosto 22, 2005
Fresco y con la frente alta
He pasado la prueba airoso. El primero de los dos carnavales cariocas del año ya es historia. Apenas comenzó la recepción apalabré al mozo con más cara de pillo y le doré un poco la píldora: "Aquí viene nuestro hombre", le decía. Y el noble camarero no dejó de escanciar la noble bebida. Dos ventajas: la comida y el champagne eran más que correctos y el lugar estaba muy bien, con posibilidad de deslizarse disimuladamente lejos de los entreveros de los gorritos y las matracas. En cuanto depositaron sobre la mesa una ominosa bolsa que contenía cual caja de Pandora todos los males del mundo del carnaval carioca me escabullí por la cocina hacia el hermosísimo jardín entre la incomprensible algarabía general, indiferente a mi marcha a contramano. Ya casi no llovía y el aire renovado por la tormenta era un bálsamo restaurador de las energías perdidas. Admiré además una colección de sanitarios antiguos y tres magníficos coches también antiguos. Un Rolls, Un Jaguar y otro del que no advertí la marca. Cuando regresé el primer entusiasmo había menguado lo suficiente como para saludar al novio y algunos amigos entre los restos del frenético amasijo y largarme con toda elegancia. A la mañana siguiente me desperté como un príncipe.
Nota: No pude resistir la tentación de sacarme una foto abrazado con Luis Pedro Tony, la única celebridad presente en la fiesta. Un inapreciable trofeo para mi colección de objetos bizarros.
Nota: No pude resistir la tentación de sacarme una foto abrazado con Luis Pedro Tony, la única celebridad presente en la fiesta. Un inapreciable trofeo para mi colección de objetos bizarros.
martes, agosto 16, 2005
Eco
Entonces un día, a cinco meses de su llegada a Auschwitz, Primo Levi recordó un canto de la Divina Comedia, recordó a Ulises y recordó el mar. Expresó esa nostalgia con estas palabras que insisten en resonar desde hace días en mi cabeza:
"Dolci cose ferocemente lontane"
(Dulces cosas ferozmente lejanas)
"Dolci cose ferocemente lontane"
(Dulces cosas ferozmente lejanas)
miércoles, agosto 10, 2005
Sensato, razonable y competente...
Trabajo en una biblioteca. Como todo lugar abierto al público -pero acaso con cierto espectro particular-, es frecuentado por toda clase de personas. Educadas y de las otras, tímidos, curiosos, sujetos sencillos, razonables y especímenes de mente alambicada. Estoy acostumbrado a enfrentar (y a sufrir) todo el abanico. Pero lo que me pasó ayer es digno de ser contado. Un enorme anciano con unos lentes muy gruesos, sin un pelo en la cabeza y casi ninguno adonde normalmente están las cejas se me acercó bastante más de lo que la proxémica argentina admite y me pidió -con un tono de voz excesivo incluso para un bar repleto de gente- cierto libro que, según decía, yo le había dado en una visita anterior. Yo recordaba haberlo atendido, pero cómo demonios iba a recordar cuál era aquel libro. El señor quería consultar sobre un pueblo de Campania llamado Ravello y en particular sobre una visita de Wagner a ese lugar. El problema era que no había anotado ni el título ni el autor del libro. Estoy acostumbrado a esas situaciones, pero en este caso el hombre no paraba de hablarme casi gritando y se me ponía tan cerca que me resultaba imposible buscar en las estanterías con un mínimo de concentración. Él insistía en que se trataba de un diccionario de nombres propios, y si bien yo sabía que eso era imposible, lo guié (es una forma de decir) hasta los diccionarios de nombres y apellidos con la esperanza de sacármelo de encima por unos instantes para poder buscar tranquilo. Desgraciadamente, le bastó ver los lomos para saber que no eran lo que buscaba. En un último intento desesperado lo llevé (esto también es una forma de decir) hasta la sección de enciclopedias y elegí una al azar. –Tome, le dije. -Aquí tiene, la “R” de Ravello. El hombre lo tomó entre sus manazas y frunció el ceño para leer. Inmediatamente se sacó los lentes y sin despegar la vista del libro me los extendió y me dijo: -Téngame los lentes. No sé cuanto tiempo me quedé parado preguntándome qué hacía ahí sosteniéndole los anteojos a semejante desquiciado. Un poderoso manotazo en la espalda me sacó de mis tristes cavilaciones. Le siguieron otros, acompañados de ruidosas manifestaciones de alegría. Increíble, el maldito loco lo había encontrado (aunque yo sabía que ciertamente no era el mismo libro de la visita anterior). No pude sobreponerme a las palmadas del gigante porque inmediatamente, en un exceso de entusiasmo inconcebible, se lanzó sobre mí y me atenazó el cuello en un verdadero abrazo de oso del que no pude zafarme de ningún modo mientras le decía con voz de biblioteca: -Cálmese, cálmese!. Finalmente me soltó y se fue hacia la sala de lectura contentísimo con su “R” de Ravello.
Yo me quedé ahí, furioso conmigo mismo por mi odiosa capacidad de mantenerme sensato, razonable y competente (1) aun en las situaciones más ridículas y desesperantes.
(1) “Un hombre competente es aquel que se equivoca según las reglas” (Paul Valéry)
Yo me quedé ahí, furioso conmigo mismo por mi odiosa capacidad de mantenerme sensato, razonable y competente (1) aun en las situaciones más ridículas y desesperantes.
(1) “Un hombre competente es aquel que se equivoca según las reglas” (Paul Valéry)
jueves, agosto 04, 2005
Paranoia
Lo bueno de la paranoia es que mantiene vivo el sentido épico de la vida. Y, para ser sincero, todo se me hace muy arduo sin este sentido épico. Es una forma de narcisismo, no se me escapa, pero hay tantas... Es el problema de haber construido una identidad desde el margen, en oposición a un muro cuya visibilidad es intermitente, por decirlo así. Mi único plan ha sido la fuga, por lo que me resulta útil y hasta obligatorio tener de qué o de quién huir. No cedas, paranoia, que si me quedo sin épica no sé como seguir.
martes, agosto 02, 2005
El que comprende
"C’è chi comprende e chi non comprende, caro signore. Sta molto peggio chi comprende, perchè alla fine si ritrova senza energia e senza volontà. Chi comprende, infatti, dice: -'Io non devo far questo, non devo far quest’altro, per non commettere una bestialità'. –Benissimo! Ma a un certo punto s’accorge che la vita è tutta una bestialità, e allora dica un po’ lei che cosa significa il non averne commessa nessuna: significa per lo meno non aver vissuto, caro signore."
"Está el que comprende y el que no comprende, querido señor. Está mucho peor el que comprende, porque al final se encuentra sin energía y sin voluntad. El que comprende, de hecho, dice: -'Yo no debo hacer esto, no debo hacer esto otro, para no cometer una bestialidad'.-Muy bien! pero a cierto punto se da cuenta de que la vida es toda una bestialidad, y entonces dígame un poco ud. qué significa no haber cometido ninguna: significa por lo menos no haber vivido, querido señor"
Luigi Pirandello, Il fu Mattia Pascal
"Está el que comprende y el que no comprende, querido señor. Está mucho peor el que comprende, porque al final se encuentra sin energía y sin voluntad. El que comprende, de hecho, dice: -'Yo no debo hacer esto, no debo hacer esto otro, para no cometer una bestialidad'.-Muy bien! pero a cierto punto se da cuenta de que la vida es toda una bestialidad, y entonces dígame un poco ud. qué significa no haber cometido ninguna: significa por lo menos no haber vivido, querido señor"
Luigi Pirandello, Il fu Mattia Pascal
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