jueves, mayo 18, 2006

Méprise

Curiosamente o no (las explicaciones se las dejo a otros) la chicas que me han demostrado mayor desprecio no han sido las más lindas, sino las menos lindas (“Il n’y a pas de femme laide”, me enseñó Pushkin).

Nota: cuando digo desprecio me refiero al trato, a la manera, independientemente de la aceptación o el rechazo frente a mis –pongamos- “furores viriles”.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

El destino le sonríe, almirante. Actúe sobre las bellas que el desprecio de las feas carece de importancia.

Á dijo...

La belleza no presenta un desafío, en cambio la fealdad es toda una aventura llena de mecanismos de defensa

tazelaar dijo...

la belleza no presenta un desafio. no? carajo. yo sufro al pedo

Tricula dijo...

Mi teoría es que es un círculo vicioso: son feas, entonces el mundo las destrata, a lo que responden con maldad, y uno piensa "además de fea, shegua?" entonces las ignora, se sienten ofendidas, y así sucesivamente...

Corte el ciclo: no las trate.

Caríssimo Cuore dijo...

y claro, las feas y las gordas son siempre agradecidas, tengo amigos que lo niegan...

Anónimo dijo...

es que eso de la fea porque fea buena es un mito.
hay feas malísimas

paula p dijo...

perfectly youth*