Yo leí Un altro mare sin saber quién era Carlo Michelstaedter, sin saber que se había suicidado a los 23 años después de terminar su tesis el día del cumpleaños de su madre, 17, la desgracia. Nunca supe que el revólver que usó para acabarse era de su amigo Enrico -el protagonista de la magnífica novela-, que acaso se lo había dado para no tentarse y meterse un tiro. Yo no sabía nada de esto.
Hasta que un día me encontré con un poema en una antología.
Y entonces supe.
miércoles, febrero 28, 2007
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3 comentarios:
Y bueno, ¡ya arruinó todo Ud! Ahora pasa como con Kleist: no se lo puede leer sin pensar en su suicidio. Como si el hombre se hubiera matado primero y escrito después.
Bueno, Jack, pero puede leer Un altro mare, porque Claudio Magris por suerte y por ahora no se mató.
Ah! Yo pensaba que Michelstaedter era el autor, hombre. Lo único que vagamente sabía yo del tipo es que era de Gorizia y que su pensamiento traía unos ecos que me sonaron nietzscheanos.
Pero no mucho más.
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