lunes, septiembre 17, 2007
Aitite
"A ver, hijo, traé el cortafierros ese" me dijo, mientras señalaba con su mano gigantesca una estaca medio oxidada de más de medio metro de largo. Él, a su vez, cargó el hacha de mango largo y se fue para el fondo del patio. La tarde era limpia y calurosa. Yo lo seguí con el sólido hierro entre las manos transpiradas. Se lo di. Él lo apuntó contra el césped amarillento y lo hundió un poco en la tierra. "Correte" me dijo. Y empezó a golpear el cortafierros con la cabeza del hacha. No sé cuántos golpes necesitó para hundirlo casi por completo, pero no fueron muchos. Apenas se asomaba un cabo. Él se apoyó con las dos manos en el hacha y me miró. Yo le devolví la mirada, en silencio. "Esto es para que llueva" me dijo al fin. "Le clavé la estaca en el culo al diablo y hasta que no haga llover no se la saco".
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4 comentarios:
decile que la saque vieja. no se ve el sol hace mas de una semana
taz
le queda muy lejos ir a sacarle el palo del culo al diablo? Odio la lluvia!
buenísimo relato Tacts. Me gustó, mucho.
saludos
No, Taz, eso fue hace mucho. Pero fue la lluvia la que me hizo recordar el episodio. Es un poco como ese soneto de Borges que dice que "La lluvia es una cosa
que sin duda sucede en el pasado".
Marina: Queda lejos en todo sentido. Me alegra que le guste la historia.
Infelices aquellos a los que la lluvia no les gusta!
Justo el otro día le comenté a mi orientólogo (orientador vocacional) lo mucho que me gustaba: "me gusta que caiga agua del cielo". Despues le dije algo como: "lástima que ya es un agua re contaminada, en el peor de los casos lluvia ácida" y me marcó: "me sorprende con qué facilidad pasas de la poesía a la ciencia". Y bueno...queselevacé, para algo es orientador ¿no?
Saludos Almirante! Genial el relato!
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