viernes, noviembre 23, 2007

Loyola leyola...

Te tomás el subte y ves a una abuela de esas que suponés que hacen unos postres riquísimos para mimar a sus nietos. La buena mujer está sentadita leyendo. "Qué bien" pensás, "Qué suerte que alguien le cedió el asiento, no solo porque es una mujer mayor, sino porque además es lectora". Inmediatamente cedés a la deformación que te obliga a hacer las más extrañas contorsiones con tal de espiar qué libro está leyendo cada pasajero que tenés cerca. En este caso no hace falta demasiado yoga, la posición del libro es favorable. Doblás un poco el pescuezo y leés algunas palabras del título en el lomo. Te enderezás y pensás "debo haber leído mal". Entonces la dulce abuelita pasa de hoja y para hacerlo cierra un poco el libro, el tiempo suficiente para que claramente alcances a ver escrito sobre la tapa: El liderazgo al estilo de los jesuitas.

Hay momentos en los que pienso que estoy viviendo en el universo equivocado.

9 comentarios:

Jack Celliers dijo...

Lo más tonto sería que la realidad obsequiase con el chistecito picantón de la señora leyéndose La Venus de las Pieles.

Pero es evidente que la señora si no empuña el látigo seguro que parece perfectamente capaz.

Milkus Maximus dijo...

So? No espió el autor? No espió una mísera línea más? Digo, ¿no?, Para ver si se trataba de una apología, de propaganda pro-jesuítica, de propaganda anti-jesuítica, de un libro de esos para futuros líderes del márketing, o futuros sadomasoquistas.
Usted es cruel con sus lectores: tira la pelota, se va de la cancha, y no nos dice si vamos a jugar al fútbol, al golf, o a las bochas. Media pila por favor!!!

Almirante Margarito dijo...

Jack: Jesuitas o no, ya la idea del "liderazgo" me provoca un escalofrío.

Milkus: Va a tener que disculparme esta vez, pero tenía que bajarme en la siguiente estación. Pero si le interesan los libros sobre el tema puede consultar uno con el que me topé cierta vez: El secreto del poder de los jesuitas, de René Fülöp Miller, encabezado por el siguiente epígrafe de nada menos que Novalis: "Todavía no se había hallado en el mundo una organización tal. Ni siquiera el antiguo senado de Roma había concebido con mayor seguridad de éxito planes para la conquista del mundo. No se había pensado aún con mayor inteligencia la ejecución de una Idea más grandiosa. Esta Compañía constituirá siempre el modelo de todas las organizaciones que estén animadas por una ardiente y sistemática avidez de expansión desmesurada y duración eterna; pero también será siempre una prueba de que la falta de disciplina frustra las más sabias empresas y que el desarrollo natural de toda la humanidad suprime irresistiblemente el artificioso desarrollo de una parte de ella."

Satamarina dijo...

tacts: el sol encandila ó incandila?

saludos

Almirante Margarito dijo...

Muy fácil, Marina, a los que dicen "encandilar" el sol los encandila y a los que dicen "incandilar" el sol los incandila, que el sol sale para todos... ahora bien, si la luz del sol depende de la grafía correcta de los verbos, en ese caso los que dicen "incandilar" van a andar a oscuras.

Satamarina dijo...

gracias tacts, le había pegado, es que yo al decirlo ando a oscuras y al escribirlo debí buscar en el dicc.

saluttis

Milkus Maximus dijo...

La verdad, no es que me interesen estos libros de modo particular. Yo preguntaba de puro y vulgar chusma nomás. :P

Roedor dijo...

La dulce abuelita era un lobo disfrazado de cordero, como en el cuentito. Los jesuitas, se sabe, son como la tropa de élite de la iglesia: brillantes, tenaces, despiadados, una mezcla rara de luces y zonas (bien) oscuras.

Polta dijo...

La segunda persona me remite a Elige tu propia aventura y no hay nada que hacerle.