Hoy es el cumpleaños de John Keats. Cumpliría, de estar entre nosotros, la improbable cifra de 210 años.
Recuerdo que hace ya muchos años en una clase de Teoría literaria el profesor preguntó a cada uno cuál era su poeta favorito. Cuando me llegó el turno no dudé: John Keats, dije. El profesor, que hacía su encuesta banco por banco, se detuvo y levantó las cejas... ¡Qué refinaaaadooooo! dijo al fin con ironía. Me hizo reir. Yo creo que a él también le gustaba.
Aquí va la segunda estrofa de la Ode on indolence:
"How is it, Shadows! that I knew ye not?
How came ye muffled in so hush a mask?
Was it a silent deep-disguised plot
To steal away, and leave without a task
My idle days? Ripe was the drowsy hour;
The blissful cloud of summer-indolence
Benumb'd my eyes; my pulse grew less and less;
Pain had no sting, and pleasure's wreath no flower:
O, why did ye not melt, and leave my sense
Unhaunted quite of all but - nothingness?"
lunes, octubre 31, 2005
Y en este rincón...
¿Por qué las mujeres recuerdan exactamente los kilos que pesaban cuando se casaron? ¿Es que hay una balanza a la entrada del registro civil? Curiosa semejanza con un combate de box.
viernes, octubre 28, 2005
Nombre
Tuve un tordillo corpulento que apoyaba una mano sobre un punto debilitado del alambre y lo mantenía bajo hasta que pasaban todas las vacas de un potrero a otro con mejor pastura. Después pasaba él.
No me acuerdo como se llamaba.
¿Hay una palabra que nombre este sentimiento compuesto mitad de pena y mitad de vergüenza?
No me acuerdo como se llamaba.
¿Hay una palabra que nombre este sentimiento compuesto mitad de pena y mitad de vergüenza?
miércoles, octubre 26, 2005
lunes, octubre 24, 2005
Ellas lo deben saber...
Nunca vi una foto de Romildo Risso, y aunque no me llevo bien con la fotografía –la estudié y la enseñé unos cuantos años-, tengo una inmensa curiosidad por ver una imagen suya. Sé varios de sus poemas par coeur, y debo decirlo así porque define mejor mi vínculo con su poesía que el hispánico “de memoria”. Y es que jamás me estudié sus poemas, los aprendí de muy chico, escuchándolos decenas de veces de camino al campo con mi abuelo, en la voz de Atahualpa Yupanqui, que era el único cassette que teníamos en la camioneta. De hecho, yo ni siquiera sabía que eran de otro, pensaba que eran de Atahualpa, hasta que un día leí en alguna parte que la letra del “El aromo” era de este poeta uruguayo para mí desconocido. Y entonces vino la revelación: todas las letras que más me gustaban de Yupanqui no eran de Yupanqui, eran todas del tal Romildo. Algo hay en su obra que ha resonado profundamente en mí todos estos años. Creo que es la definición de una especie de épica íntima que se podría reconstruir a partir de claros versos de diferentes poemas.
Empecemos por los clásicos:
“No necesito silencio
Yo no tengo en que pensar
Tenía, pero hace tiempo
Ahura ya no tengo más
Los ejes de mi carreta
Nunca los voy a engrasar...”
O este fragmento de “El aromo”:
“Como no tiene reparo
Tuitos los vientos le pegan
Las heladas lo castigan
L’agua pasa y no se queda.
Ansina vive el aromo
Sin que ninguno lo sepa.
Con su poquito de orgullo
Porque es justo que lo tenga.
Pero con l’alma tan linda
Que no le brota una queja.
Que en vez de morirse triste
Se hace flores de sus penas.”
La rebeldía y la nobleza de los poemas anteriores están contenidas en este otro (lo cito entero):
"Que son muy negras las penas,
Dicen y dicen cantando.
Pa mí que no ha de ser cierto,
Si juera , mejor negarlo.
Yo también sé de pesares,
Yo también sé de quebrantos,
Sé de las penas más negras
Pero de penas no canto.
También es negra la tierra
Y verdes salen los pastos
Mientras la raíz padece
Canta en sus flores el árbol.
Ocasiones me figuro
Que soy de veras un árbol,
Lo miro al viento y me río,
La raíz crujiendo abajo.
Si me desmiento en la vida,
¡Acuéstenme de un hachazo!"
Y finalmente, esta estrofa tan entrañable, con ese cuarto verso que revela más de lo que esconde:
"Silbando piensan las aves
Yo pienso ansina también.
Naides sabe lo que dicen,
Ellas lo deben saber."
Y sí, ellas lo deben saber. Y Romildo también.
Empecemos por los clásicos:
“No necesito silencio
Yo no tengo en que pensar
Tenía, pero hace tiempo
Ahura ya no tengo más
Los ejes de mi carreta
Nunca los voy a engrasar...”
O este fragmento de “El aromo”:
“Como no tiene reparo
Tuitos los vientos le pegan
Las heladas lo castigan
L’agua pasa y no se queda.
Ansina vive el aromo
Sin que ninguno lo sepa.
Con su poquito de orgullo
Porque es justo que lo tenga.
Pero con l’alma tan linda
Que no le brota una queja.
Que en vez de morirse triste
Se hace flores de sus penas.”
La rebeldía y la nobleza de los poemas anteriores están contenidas en este otro (lo cito entero):
"Que son muy negras las penas,
Dicen y dicen cantando.
Pa mí que no ha de ser cierto,
Si juera , mejor negarlo.
Yo también sé de pesares,
Yo también sé de quebrantos,
Sé de las penas más negras
Pero de penas no canto.
También es negra la tierra
Y verdes salen los pastos
Mientras la raíz padece
Canta en sus flores el árbol.
Ocasiones me figuro
Que soy de veras un árbol,
Lo miro al viento y me río,
La raíz crujiendo abajo.
Si me desmiento en la vida,
¡Acuéstenme de un hachazo!"
Y finalmente, esta estrofa tan entrañable, con ese cuarto verso que revela más de lo que esconde:
"Silbando piensan las aves
Yo pienso ansina también.
Naides sabe lo que dicen,
Ellas lo deben saber."
Y sí, ellas lo deben saber. Y Romildo también.
viernes, octubre 21, 2005
Tendido yo a la sombra esté cantando
Para el domingo...
"Y mientras miserable-
mente se están los otros abrasando
con sed insacïable
del no durable mando,
tendido yo a la sombra esté cantando."
Fray Luis de León, "Oda a la vida retirada"
"Y mientras miserable-
mente se están los otros abrasando
con sed insacïable
del no durable mando,
tendido yo a la sombra esté cantando."
Fray Luis de León, "Oda a la vida retirada"
martes, octubre 18, 2005
Test
Todas las mujeres que conozco que han leído Talking it over de Barnes detestan a Oliver. No deja de resultarme significativa esa furia contra un personaje que a mí me gusta tanto.
¿Por qué las mujeres lo odian? La respuesta a esa pregunta podría explicar muchas cosas (y no estoy hablando de literatura). Agradecemos su amable colaboración.
¿Por qué las mujeres lo odian? La respuesta a esa pregunta podría explicar muchas cosas (y no estoy hablando de literatura). Agradecemos su amable colaboración.
lunes, octubre 17, 2005
Ideario personal
Definición política
Monárquico utópico: Dícese de aquel que cree que debe haber un rey pues razona que, habiendo hombres mejores y peores, uno habrá que sea mejor que todos y, por lo tanto, corresponde que reine sobre los demás. Es utópico porque sabe que no es posible encontrar el método de descubrir cuál es ese hombre y porque si se lo hallase, jamás aceptaría que es el mejor.
Definición religiosa
Cristiano ateo: Dícese de aquel tiene la convicción trágica de que “su reino no es de este mundo”, pero no cree en la existencia de otro, lo que, naturalmente, es un inconveniente sobre el que se asienta su inadecuación elemental. Suele creer también en el precepto cristiano que aconseja “no resistir el mal”, pero no porque confíe en un orden universal que conduzca infaliblemente a la redención, sino porque acepta el accidente, la banalidad, la estupidez y el caos total y definitivo en el que flota y se hunde alternativamente la experiencia humana, por lo que encuentra inútil toda resistencia. Padece frecuentes ataques de nostalgia de budismo.
Monárquico utópico: Dícese de aquel que cree que debe haber un rey pues razona que, habiendo hombres mejores y peores, uno habrá que sea mejor que todos y, por lo tanto, corresponde que reine sobre los demás. Es utópico porque sabe que no es posible encontrar el método de descubrir cuál es ese hombre y porque si se lo hallase, jamás aceptaría que es el mejor.
Definición religiosa
Cristiano ateo: Dícese de aquel tiene la convicción trágica de que “su reino no es de este mundo”, pero no cree en la existencia de otro, lo que, naturalmente, es un inconveniente sobre el que se asienta su inadecuación elemental. Suele creer también en el precepto cristiano que aconseja “no resistir el mal”, pero no porque confíe en un orden universal que conduzca infaliblemente a la redención, sino porque acepta el accidente, la banalidad, la estupidez y el caos total y definitivo en el que flota y se hunde alternativamente la experiencia humana, por lo que encuentra inútil toda resistencia. Padece frecuentes ataques de nostalgia de budismo.
sábado, octubre 08, 2005
jueves, octubre 06, 2005
Traduttore traditore II (Due)
El menú de hoy consta de diversas traducciones de la primera estrofa del Martín Fierro al italiano:
a) Versión de Francesco y Giuseppe Crocitto Cuonzo (los hermanos sean unidos):
"Incomincio qui a cantar
con la chitarra sonora,
perché l'uom cui lo divora
un dolore straordinario,
come uccello solitario
con il canto si rincuora."
b) Versión de Folco Testena:
"Incomincio qui a cantare
pizzicando la mandola.
L'uomo, se anche di una sola
pena in cuor sente il rovello,
come solitario augello
con il canto si consola"
Admírese en "b" el encabalgamiento entre los versos tercero y cuarto, y la notable conversión de "al compás de la vigüela" en "pizzicando la mandola", que es sencillamente im-pa-ga-ble.
Y dos más, para los temerarios:
c) Versión de Giovanni Meo Zilio:
"È già l'ora di cantare
mentre suono la chitarra:
qui non riesce a riposare
per la pena che lo rode
come uccello solitario
con il canto si consola."
d) Versión de Paolo Girosi:
"Al suono de la chitarra
a cantare qui mi metto,
perché l'uomo che ha in petto
un dolor straordinario
quale uccello solitario
nel cantar trova diletto."
Elija y gane...
a) Versión de Francesco y Giuseppe Crocitto Cuonzo (los hermanos sean unidos):
"Incomincio qui a cantar
con la chitarra sonora,
perché l'uom cui lo divora
un dolore straordinario,
come uccello solitario
con il canto si rincuora."
b) Versión de Folco Testena:
"Incomincio qui a cantare
pizzicando la mandola.
L'uomo, se anche di una sola
pena in cuor sente il rovello,
come solitario augello
con il canto si consola"
Admírese en "b" el encabalgamiento entre los versos tercero y cuarto, y la notable conversión de "al compás de la vigüela" en "pizzicando la mandola", que es sencillamente im-pa-ga-ble.
Y dos más, para los temerarios:
c) Versión de Giovanni Meo Zilio:
"È già l'ora di cantare
mentre suono la chitarra:
qui non riesce a riposare
per la pena che lo rode
come uccello solitario
con il canto si consola."
d) Versión de Paolo Girosi:
"Al suono de la chitarra
a cantare qui mi metto,
perché l'uomo che ha in petto
un dolor straordinario
quale uccello solitario
nel cantar trova diletto."
Elija y gane...
miércoles, octubre 05, 2005
Traduttore, Traditore!
Todos conocen la traducción de la clásica edición de Losada de Les fleurs du mal. La traductora, en su supuesto afán por mantener la fidelidad a la forma ha dotado –apuesto a que inconscientemente- a un verso de Baudelaire de una magistral ambigüedad que el original no posee. Se trata del último de los “poemas agregados”, el famoso Épigraphe pour un livre condamné. Veamos el caso. Allí donde el original dice:
Mais si, sans se laisser charmer,
Ton oeil sait plonger dans les gouffres,
Y Ulyses Petit de Murat, por ejemplo, ha traducido:
Pero si, sin dejarte hechizar,
tu pupila sabe sumergirse en los abismos
Ella a elegido traducir:
Pero si su hechizo no te inmuta
y el abismo tu mente escruta
De modo tal que, enmarañado el orden por el hipérbaton, es imposible decidir cuál es el sujeto y cuál el objeto directo (es decir, si es “tu mente” la que escruta “el abismo” o es “el abismo” el que escruta “tu mente”). Ambigüedad que encarna la famosísima sentencia de Nietzsche:
Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti.
Si no fuera porque es simplemente espantoso (empezando por el verbo “escrutar”), diría que la traductora “mejora” el original, como lo enunciaría Borges.
En fin, con estas cosas me entretengo, pobre infeliz.
Mais si, sans se laisser charmer,
Ton oeil sait plonger dans les gouffres,
Y Ulyses Petit de Murat, por ejemplo, ha traducido:
Pero si, sin dejarte hechizar,
tu pupila sabe sumergirse en los abismos
Ella a elegido traducir:
Pero si su hechizo no te inmuta
y el abismo tu mente escruta
De modo tal que, enmarañado el orden por el hipérbaton, es imposible decidir cuál es el sujeto y cuál el objeto directo (es decir, si es “tu mente” la que escruta “el abismo” o es “el abismo” el que escruta “tu mente”). Ambigüedad que encarna la famosísima sentencia de Nietzsche:
Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti.
Si no fuera porque es simplemente espantoso (empezando por el verbo “escrutar”), diría que la traductora “mejora” el original, como lo enunciaría Borges.
En fin, con estas cosas me entretengo, pobre infeliz.
martes, octubre 04, 2005
lunes, octubre 03, 2005
Tierra de pastos, eso significa mi apellido vasco.
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