lunes, diciembre 19, 2005

Mapa de mis humillaciones

Sábado a la noche. Casamiento en country. La recepción ofrecía vino tinto y vino blanco. Que quede claro: Un casamiento sin champagne y sin whisky desde el primer minuto es para mí como una cirujía sin anestesia. Para colmo aparece este salsero nazi con su camisa brillosa a ordenarnos obediencia a sus horrores profesionales. Nunca, pero nunca, asistí a una escena más humillante. Y para colmo sobrio, pues todo el vino era poco para tan ardua empresa.
El domingo sólo salí de la cama para ir comprar medialunas.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Recuerdo en su comapañía haber bebido whisky en exceso en la recepción del casamiento de un común amigo en Caballito.
Con respecto a un Country sin escocés... qué quiere que le diga....

Charlotte dijo...

Un casamiento sin champagne es una aberración y comprendo que para usted, sin JD, simplemente la muerte...

Isil dijo...

pa la resaca las medialunas deben ser de grasa.

Almirante Margarito dijo...

D: Si se trata de soportar un casamiento, no es correcto hablar de "exceso".

Ch: Jamás me sirvieron JD en un casamiento.

Isil: Resaca no tenía, pero la hubiera preferido cien veces. Eso sí, las medialunas fueron de grasa igual.

U. dijo...

Un casamiento sin champagne??? Les doy... dos años.

Ruth dijo...

El alcohol es sólo una excusa para soportar al "salsero nazi"... de todos modos, ni así desiste de querer sacarte a bailar, la única solución es hacerse el quebrado y quedar en un rincón oscuro, metido en las entretelas de los manteles.

Anónimo dijo...

Usted Almirante, creo no se ha casado, ¿por eso habla de no exceso?.
Igual hay que soportar... eh!.
Uralita: yo les doy menos

mirona dijo...

no va que entro acá y me encuentro con semejante desgracia... no gano para disgustos yo...

Almirante Margarito dijo...

Uralita: Pues merecerían una condena mayor: matrimonio perpetuo, por ejemplo.

Minerva: tiene toda la razón, pero dormí y la culpa de eso también se la adjudico a la falta de bebida.

D: Yo SOY un hombre casado. Y, modestamente, creo que tengo alguna autoridad para hablar de exceso.

Mirona: No sufra, ya estoy empezando a olvidar.

Anónimo dijo...

almirante usté es un cazado. Exceso es otra cosa, humillación, ni hablemos. Autoridad, quizá si, quizá no

Almirante Margarito dijo...

Bueno, bueno, si nos vamos a poner así...