Hoy, recién hoy, descubrí que en la cuadra de mi futuro nuevo hogar hay tilos. Esta mañana cuando salí a la calle luego de pintar de rojo mate mi morsa Nro.3 me sorprendió ese inconfundible y penetrante aroma. Y se me metieron por la nariz estos versos, así como cuando los leo o los escucho respiro el dulce olor de los tilos verdes aunque sea invierno y el tilo más cercano esté en Saturno.
Esta mañana fui feliz.
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12 comentarios:
mmm me acordé de mi infancia en Mar del Plata. En el centro hay un boulevard de varias cuadras lleno de tilos (alberdi? ya no lo recuerdo) que está construido sobre un río subterráneo. Después, cuando vinimos a vivir a Córdoba, plantamos tilos en la vereda, pero nunca dieron perfume. Descubrimos que no todos los tilos huelen. Espero que los de tu cuadra sean los perfumados.
Saludos,
Lo son, Mora, lo son.
qué rico que es el Tilo, en Recoleta hay varios
saludos
Las morsas, lo sabe cualquiera, se pintan de azul ultramar.
Me alegro mucho. Esta semana me pasó lo mismo por mi barrio, Boedo. Los Tilos perfuman la cuadra y su fragancia te da una enorme felicidad.
Oh, los tilos. Noviembre en Adrogué huele a tilos. Es el olor que indica verano inminente. Para mí es uno de los olores más queridos de mi hometown.
Los tilos son tan pero tan lo másen todas sus formas: en árbol, té o esa espuma de bañode la ladrona esa de VZ
Alberto!!! Es completamente cierto. Realmente me impresiona la vastedad de sus competencias...
Nada de lo humano me es ajeno. Hice, de joven, una pasantía no rentada en Sheffield, Inglaterra, capital mundial de la morsa y la máquina herramienta...
Ud. nunca deja de sorprenderme.
(Doy por descontado que el Alberto conoce la curiosa historia de la frase que encabeza su comentario y que es el lema de su blog...)
"Homo sum, humani nihil a me alienum puto", con perdón de la expresión. Si quiere, le cedo el gusto de contar los pormenores del caso, Almirante: sería un estupendo post...
Es cierto lo que dice mora, no todos huelen, y aun no todos huelen igual. A determinada edad huelen distinto. La edad de uno, digo.
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