viernes, diciembre 16, 2005

"Tuya es la soledad, tuyo el secreto"

Está acostada a mi lado sobre el enorme sillón blanco. Ahora se estira y "despereza el músculo alevoso" como aquel tigre metafórico. Ella es tan blanca como el sillón, apenas unos ojos celestísimos y redondos contradicen el camuflaje. Estamos solos. Nos miramos en silencio un instante, una rápida constatación de la vigilia. Entonces algo atrae su atención a mis espaldas, puedo ver sus ojos seguir un movimiento. No me doy vuelta, no se sacia todavía mi curiosidad en su mirada inquieta. Será un bichito -pienso- alguna mosca. Finalmente giro la cabeza seguro de confirmar mi hipótesis, pero no hay nada. Nada se mueve a mis espaldas, nada camina por la pared, nada vuela. Vuelvo a mirar sus ojos celestes. Continúan atentos a un movimiento invisible. Reprimo la tentación de preguntarle qué mira por no romper el hechizo del momento, pero vuelve a estirarse, se acuesta y cierra los ojos.

Ahora estoy seguro: los gatos ven fantasmas.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

"For the most wild, yet most homely narrative which I am about to pen, I neither expect nor solicit belief. Mad indeed would I be to expect it, in a case where my very senses reject their own evidence. Yet, mad am I not -and very surely do I not dream."
Margarito, por favor, que la blanca gata no termine como Pluto (o Plutón en su versión de Alianza). Veo además que su blog se está haciendo aficionado a la temática de los felinos. Un mundo apasionante, por cierto. Lo felicito.

tazelaar dijo...

hace poco tiempo lei que si uno puede ver por un segundo todo lo que ve un gato ya no tiene retorno.

Anónimo dijo...

hay quien dice también que el mundo de los gatos es finito, sobre todo en cuestiones económicas. Hay que ver por un segundo todo lo que un gato ve eh!

Charlotte dijo...

No puedo estar más de acuerdo: los gatos ven fantasmas y a veces, hasta los corretean locamente por la casa...

Almirante Margarito dijo...

Lady Macbeth: Muchas gracias, es ud. encantadora.

Tazelaar: En el caso de sus gatos, mucho peor que lo que ven, es lo que tienen que escuchar. ¡Pobres criaturas!

Anónimo: finito, finito... muy fino.

Charlotte: ah, es cierto, a veces hasta se chocan las cosas...