miércoles, marzo 01, 2006

Lentejuelas en la oscuridad

Durante un tiempo fui seguidorista de music hall en un teatro que quedaba en un subsuelo de la avenida Corrientes. Creo que ahora funciona ahí un cabaret. Fue, por lejos, el mejor trabajo que he tenido. Llegaba un rato antes, encendía el seguidor para que fuera calentando, y me disponía a esperar el comienzo de la función mientras escuchaba la magnífica selección de canciones que servía de música de sala, es decir, la que suena mientras los espectadores ingresan al teatro.
Durante un tiempo también oficié de acomodador y con las generosas propinas que me estiraban unas manos arrugadas entre tersos visones me iba a cenar afuera después del show. Trabajaba viernes, sábados y domingos el tiempo que dura una función y cobraba mi dinero semanalmente.
El espectáculo era de transformistas que de verdad hacían su arte maravillosamente. Mi participación no era difícil, y si bien había ciertos cuadros que exigían mucha concentración de mi parte porque la función de la luz era muy importante y muy precisa, había otros que requerían poco y nada del cañón de luz (que, para ser sinceros, estaba bastante desvencijado). Era tan divertido que el tiempo se me pasaba volando.
Hay una canción de aquella época que se convirtió en una de mis favoritas para siempre. No es una canción cualquiera, no solo porque se trata de un clásico, sino porque además era la última de las canciones de la música de sala. Yo sabía que cuando terminaba esa canción tenía que hacer el apagón. Me encantaba que ese momento perfecto en que se oscurece el teatro y la gente hace silencio dependiera de mis dedos. Es como cuando un director de orquesta golpea el atril con su batuta y el aire se tensa y todos, músicos y público, se preparan para la sinfonía. Como tenía que estar atento al final de la canción -el código no era solo para mí, sino también para los artistas y para los demás técnicos-, muy pronto me la aprendí de memoria. No me costó nada, porque soy muy memorioso y porque la canción es bellísima.

Era esta:

Noche criolla (o noche de Veracruz) de Agustín Lara, en la versión de la negra Toña.
(La de Javier Solís es muy correcta, pero a la negra no hay con qué darle).


Noche tibia y callada de Veracruz,
cuento de pescadores que arrulla el mar.
Vibración de cocuyos que con su luz
bordan de lentejuela la oscuridad.

Bordan de lentejuela la oscuridad.

Noche tropical, lánguida y sensual,
noche que se desmaya sobre la arena,
mientras canta la playa su inútil pena.

Noche tropical, cielo de tisú
tienes la sombra de una mirada criolla,
noche de Veracruz, noche de Veracruz.


PS: Recuerdo que con M. siempre no reíamos porque cantábamos “Gorda de lentejuelas”...

12 comentarios:

Anónimo dijo...

algún día hasta tus playas lejanas tendré que volver. Aunque también en ese maldito libro encontré algo así como "juro que no volveré jamás a Vercruz" (palabras más "exquisitas seguramente" palabras menos...
Alguien me está jodiendo....

Almirante Margarito dijo...

"Alguien me ha jodido" dice siempre el personaje.
Pero el título de ese libro viene de otra canción de Agustín Lara que se llama "Veracruz" a secas.

tazelaar dijo...

dos pasitos, y cabezazo! une belleza.

Gabriela Bejerman dijo...

hermosa la letra de la canción
y también todo el relato de la noche travesti
tu proyector hacía una larga blanca lentejuela zigzagueante
hay algo así ahora, que parezca de otro tiempo?

Anónimo dijo...

bueno, a mí me están jodiendo, no me han jodido solamente. Y la Letrita, es sólo un detallecito, Almirante, ya sabía que usted sabía que yo sabía, lo que todos sabía mos. era relacionar, nada más

Belú dijo...

Qué lindo trabajo, a mí me encantaría trabajar en una biblioteca, dentro de unos días me mudo y al lado de mi nuevo hogar hay una... así que voy a tratar de escabullirme ahí adentro y que tengan en cuenta mi amor por los libros.
La letra de la canción es muy linda, no la conocía.
Besos!

(Escuchando Gabinete Caligari - Nadie me va a añorar)

Satamarina dijo...

Me gustó su crónica Almirat. Los transformístas son lo más.

Ayer si no me equivoco pasé en el 24 justo por dónde Ud. dice y había uno afuera, muy macho que se creía muy mina y tiraba besos. Estaba en pose, totalmente consintiendo en que todos lo mirasen. Muy teatro, muy teatral.

Me gusta

saludos

Anónimo dijo...

Vos fijate cómo ha cambiado la onda trava en poco tiempo. Hace unos 20 años, si te vestías de mina, te podían quemar en público. Luego, surgió este furor de las drag queens, bien representado en este post. Tengo entendido que estas bailarinas no vendían su cuerpo por dinero, por el solo hecho de que la gente encontraba absurdo acostarse con un hombre vestido de mina, pudiendo hacerlo con una mujer o con un hombre, separadamente. Se limitaban a bailar y cantar. Es muy habitual encontrar drag queens cantando temas de Billie Holliday. No sé por qué les gusta tanto a los chabones cantar Billie Holliday.

Pero desde hace unos años, la sociedad ha descubierto que los travas están bárbaros, cosa que ha degenerado en la prostitución masiva de los mismos. Es el día de hoy que en la calle ya no hay minas: solo travas.

Anónimo dijo...

Vos fijate cómo ha cambiado la onda trava en poco tiempo. Hace unos 20 años, si te vestías de mina, te podían quemar en público. Luego, surgió este furor de las drag queens, bien representado en este post. Tengo entendido que estas bailarinas no vendían su cuerpo por dinero, por el solo hecho de que la gente encontraba absurdo acostarse con un hombre vestido de mina, pudiendo hacerlo con una mujer o con un hombre, separadamente. Se limitaban a bailar y cantar. Es muy habitual encontrar drag queens cantando temas de Billie Holliday. No sé por qué les gusta tanto a los chabones cantar Billie Holliday.

Pero desde hace unos años, la sociedad ha descubierto que los travas están bárbaros, cosa que ha degenerado en la prostitución masiva de los mismos. Es el día de hoy que en la calle ya no hay minas: solo travas.

Cristibel dijo...

¡Yo también fui seguidorista! Pero en un hotel de playa... Sólo que no era tan relajado... también era animadora infantil, presentadora, payasa, bailarina y hasta me metía en uno de esos muñecos de peluche gigantes cuando me tocaba.

Me gustó tu blog, te voy a añadir a mis links.

The show must go on!

Satamarina dijo...

Almirant: ojo con cristibel, hasta su cv le mandó....!!!
saludos

Cristibel dijo...

lol!